ESPIRITU
Éxodo está sustentado por una espiritualidad cristiana con un fuerte y claro fundamento bíblico.
La experiencia fundante del Pueblo de Dios, el pueblo de Israel, es la que anima al Éxodo: El/la adolescente se identifica con el caminar del Pueblo de Israel en las siguientes etapas: · Esclavitud: Descubre su situación de esclavitud, y clama a Dios. El/la adolescente también clama por libertad e identidad y le grita a la vida y a Dios. · Libertad (Pascua: Paso): Dios responde diciendo que Él es Yahvé, presencia asegurada en la historia, prometiéndole la libertad, que se realiza con signos admirables como son las plagas y el paso del Mar Rojo. Dios ve, oye el clamor y decide bajar a liberar también a los/las adolescentes. · Desierto: Un duro y difícil caminar para la libertad. Como adolescentes nos encontramos caminando por el Desierto en busca de la tierra de la vida abundante que Dios le ha prometido, lo que exige una responsabilidad y a veces se da la rebeldía, por no entender lo que pasa, el deseo de regresar a Egipto. · Alianza- ley (decálogo): En medio de las dificultades y caídas, el Pueblo de Dios recomienza de nuevo y hace pacto con Dios. Él promete estar con ellos/ellas y prometen ser de él para siempre. · Tierra prometida: Es el lugar de la libertad, la tierra que mana leche y miel. Un lugar donde encontramos nuestra identidad, lo que somos y que Dios quiere que seamos. El/la adolescente encuentra una identidad personal y grupal definida.
Jesús es para nosotros/as el nuevo y definitivo Moisés: · Escucha nuestros clamores: "Jesús Hijo de David, ten compasión de mí" (Lc 18,38). · Nos libera de nuestras parálisis y esclavitudes: "Quiero, quedas sano" (Mc 1,41); domina lo que nos hace daño al detener las tempestades y caminar sobre las aguas (Mt 8,23-27). · Movidos como él por el espíritu, somos llevados al Desierto donde somos tentados y purificamos nuestra fe (Mt 4,1-11; Mc 1,12-13; Lc 4,1-13). · Celebramos la Nueva Alianza del Reino de Dios, significada en el banquete de la Eucaristía y proclamada en el Sermón del Monte, nuevo Sinaí con las bienaventuranzas (Mt 5). · Y nos promete cielos nuevos y tierra nueva (Ap 21,1), donde él mismo se sentará a la mesa entre nosotros/as y nos servirá (Ap 3,20).
Éxodo pertenece a la vida y santidad de la Iglesia y vive en Ella para su edificación. Por medio de la Iglesia recibimos la misión que continúa la obra de Jesús, el nuevo y definitivo Moisés, la ejercemos en su nombre y según nuestra vocación.
Ya que la riqueza de la Iglesia reside en la variedad de carismas, respetaremos y valoraremos los presentes en donde surja el movimiento.
La Familia Éxodo crece bajo impulso del Espíritu para hacer histórica nuestra consigna: "UNIDOS CON CRISTO PARA SIEMPRE" o "JUNTOS CAMINAREMOS... Y EN CRISTO NOS LIBERAREMOS".